domingo, 18 de febrero de 2007

* Informe Preliminar: "Adicciones y la cuestión del PACO en la Ciudad".

Jose Machain - Patricia Colace
Nov.2006 – Ene.2007

En primer lugar habría que desmitificar que el PACO sea hoy la droga por excelencia de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Argentina.

El informe de la OEA “Jóvenes y drogas en países sudamericanos, un desafío para las política públicas”, de septiembre de 2006 y que es el primer estudio comparativo sobre uso de drogas en población escolar secundaria de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay; muestra que el “alcohol” es la droga de mayor consumo entre la población de hasta 17 años con el 42,3%, siendo 4º en el ranking regional, y de un 21,8% para la población de 14 años o menos, lo que implica el 6º ranking regional. También cabe señalar que es el “TABACO” la segunda droga de mayor consumo con un 23,6% y 3º puesto del ranking; y del 12,1% y 3º puesto del ranking respectivamente.

Por consiguiente son estas “Drogas Licitas” las que encabezan las preferencias en la actualidad.

Podría separarse en tres grandes grupos, por tipo de drogas: “Drogas Licitas”, “Psicofármacos sin prescripción Médica” y las “Drogas Ilícitas”. Donde para los dos primeros grupos, la Argentina está en guarismos intermedios para la región. Siendo los “Psicofármacos” el segundo grupo en importancia en el consumo para la juventud argentina. A excepción de la “Marihuana”, que tiene una mayor tasa de consumo que los Psicofármacos, con un 6,7% en el 4º lugar en el ranking; y un 3,3% y un 2º lugar en el ranking regional para las poblaciones de hasta 17 años y de 14 años o menos respectivamente.

Es en el ámbito de las “Drogas Ilícitas” donde Argentina prevalece al resto de los países de la Región. Además de lo ya señalado de la “Marihuana, está la “Cocaina con un 2,5% y un 2,1% para cada población respectivamente, siendo Argentina, para ambos casos, 1º en el ranking regional. Es destacable que el 1º lugar en el ranking entre la población de 14 años o menos debe confrontarse con el segundo rankiado, que es Chile, pero que tiene solo un 1,4%; y con los terceros rankiados (Colombia, Ecuador y Perú) quienes tienen un 0,8%. Por lo que Argentina casi duplica los valores del segundo y tiene algo más de vez y media que los terceros.

Al mismo tiempo, la “PaSta Base o PaCO” tiene una prevalencia del 1,6% para ambos grupos poblacionales. Si bien en este caso Chile encabeza el ranking regional con un 2,1% entre la población de hasta 17 años, el estudio demuestra que es la Argentina la que tiene el mayor problema entre los de 14 años o menos. Detectándose que el PACO, prácticamente es droga de iniciación, ya que la totalidad de su consumo se da entre esta población. Si bien no es “la” droga de iniciación por excelencia ya que vimos que estas son, y por amplio margen, el “alcohol” seguido por el “TABACO”. Con diferente incidencia en el tipo de deterioro, pero con igual o mayor valor adictivo. Y no es este un informe que pretenda develar la gravedad de las adicciones como cuestión de la Salud Pública y sobre todo en las poblaciones de referencia.


(a) Llama la atención que el segundo país en el Ranking (Chile) tiene solo un 1,4%; mientras los 3º rankiados (Colombia, Ecuador y Perú) tiene un 0,8%. O sea, que Argentina casi duplica al segundo y tiene algo más de vez y media que los terceros.
(b) Cabe señalar que aquí, el 1º rankiado (Chile) nos lleva una gran distancia con un 2,1%
(c) Aquí se destaca como la Pasta Base o PACO esta transformándose en la droga de iniciación de menores de 14 años, dado que el % dado en estos es el coincidente con el detectado para todos los grupos etarios considerados.
(d) Entre 6 países, sin contar a Brasil, Colombia y Uruguay.
(e) Sobresale Brasil como el 1º rankiado con un 15,3%.
FUENTE: Informe de la OEA: “Jóvenes y drogas en países sudamericanos, un desafío para las política públicas”, de Sept. 2006; y elaboración propia

De lo que se desprende del estudio de la OEA es que si bien la Argentina es el país con mayor gravedad a la hora de evaluar las tasas de consumo actual entre las drogas más duras como la Cocaina o el PACO; no debiera pensarse la cuestión de las adicciones entre Niñas, Niños y Adolescentes con exclusividad del PACO. Sino más bien como una temática mucho más amplia y diversa en el marco de la problemática de adicciones que afectan a la juventud argentina.

Es cierto, por consiguiente, que el PACO tiene mayor impacto por el grado y virulencia en el deterioro físico del adicto; y por sobre todo por la rapidez en la degradación de su salud. Es lo que ha llevado a asignarle, mediáticamente, una prioridad que con otras drogas no ocurría con anterioridad.

En ese sentido queda de manifiesto que el PACO marca un quiebre en el abordaje de su evaluación tanto para su prevención como para su pretendida erradicación. Y esto está dado por las edades de la mayoría de los afectados, por la rapidez de su accionar adictivo, por el escaso tiempo con que se manifiesta el deterioro físico y la consiguiente muerte de la niña/o afectado.

Lo que anteriormente se verificaba como edad promedio de iniciación en los 12,8 años (según informara el PAIDA, “Programa de Asistencia e Investigación de las Adicciones” en las Jornadas organizadas por la Secretaría Nacional de Niños, Adolescentes y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en Noviembre de 2006 en la Biblioteca Nacional) y con una edad promedio de la población asistida de 18 años; el PACO ha llevado la edad de iniciación a los 6,5-8 años. Rango de edad también verificada e informada por los Operadores de Calle tanto del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes como de la Dirección General de la Niñez y Adolescencia, ambos del GCABA. Si a esto le sumamos las características propias de la sustancia, esto obliga a revisar todo protocolo de atención o abordaje de su tratamiento.

Lo que con otras problemáticas de adicciones conlleva tipos de tratamientos en Instituciones para consumidores donde las características de los tratamientos se centran en la apelación a la responsabilidad. Donde se pretende la reconfiguración de la singularidad. Con un fuerte componente de articulación con lo social y un fortalecimiento de la subjetividad. Y con un reposicionamiento en la escena familiar. Todo esto es casi imposible encararlo con la población afectada por el PACO.

Lo que se puede encara desde “Instituciones de jóvenes consumidores”, tal como viene funcionando hasta la actualidad, no debiera replicarse en “Instituciones para NIÑAS/OS consumidores”. Sino más bien encararlo a través de “Instituciones de consumidores NIÑOS”; donde el abordaje terapéutico debiera ser totalmente diferente.

Hay que destacar que los tratamientos habituales por adicciones demandan un promedio de 18 a 24 meses de internación. Hoy el peso de la atención recae sobre los instituciones propia o conveniadas que dependen de la Secretaría Nacional de Niños, Adolescencia y Familia. La cual tiene vía el PAIDA una población asistida de casi 200 jóvenes. En un radio de acción de unos 100 Km. de la Capital Federal (que es todo lo que tienen en el país). Donde el 50% de esa población asistida tiene entre 15 y 17 años. De las cuales son derivaciones, mayoritariamente, por vía judicial. Y donde tienen un promedio de 65-70 casos de consultas por tratamiento (unos 800 anuales) de los cuales el 60% queda dentro del Servicio Ambulatorio.

Por su parte la Ciudad cuenta con 13 centros de Atención Ambulatoria (sin internación) entre Hospitales polivalentes y Centros de Atención propiamente dichos, que conforman la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones, divididos en 5 Zonas. Esta Red es dependiente del Programa de Prevención, Asistencia y Reinserción Social en Drogodependencia, perteneciente a la órbita de la Dirección General de Salud Mental del Ministerio de Salud de la Ciudad. Donde el volumen total de pacientes que son atendidos en la actualidad gira alrededor de los 3000 pacientes, que acuden por demanda espontánea o por derivación Judicial, sin conocerse los porcentajes para cada caso. No obstante, priorizan la atención de aquellos pacientes que provienen del sistema judicial, demanda que es atendida en su totalidad.

Con relación al tipo de tratamiento que se lleva a cabo desde el Programa, resalta la preponderancia de la etapa de diagnóstico que es diferencial por patología, de acuerdo a la cual se establece el tipo de estrategia para su abordaje. En virtud de ello, se realizan tratamientos psicoterapéuticos individual, familiar o grupal, con seguimiento hacia las familias y la escuela. En los casos que así lo requieran se realizan tratamientos psicofármacológicos o de desintoxicación.

Cabe destacar que este Programa nunca contó, desde su inicio en 1996 hasta el año 2006 inclusive, con la asignación de un presupuesto específico para su desarrollo, dependiendo de las partidas presupuestarias asignadas a los hospitales.

Esta situación se revertiría en el 2007, en que el Programa contará con partidas propias. Tal se desprende de lo informado por la Coordinadora del Programa Lic. Rosa Daniels realizada en el marco de las reuniones del Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la CABA que evalúan la adhesión a la ley de Desfederalización de la Ley 23.737, y que transfiere las competencias en materia de tenencia y consumo de estupefacientes.

Por lo que se puede deducir que el abordaje del PACO se presenta muy dificultoso al día de hoy, ya que solo existen Instituciones concebidas (y de la órbita Nacional) para poblaciones de mayor edad, con abordajes terapéuticos difíciles de implementar a niñas o niños de 14 años o menos. Con instituciones abarrotadas y/o colapsadas por pacientes que llegan a un tratamiento por vía judicial más que voluntaria. Donde el grueso son asistidos con Tratamientos Ambulatorios. Donde se hace dificultoso poder internar y solos a niñas/os de 14 años o menos por lapsos de 18 a 24 meses, cuando el grado de deterioro se manifestó en apenas 5 o 6 meses y la causa de ingreso detectada es, mayoritariamente, el “aburrimiento”; según lo manifestado por los propios niñas/os. Como elemento emergente de cuestiones sociales no atendidas con anterioridad, como ser la falta de más Jardines Maternales, Jardines de Infantes o Instituciones de contención a Niñas, Niños y Adolescentes. Sin dejar de mencionar las condiciones socio-ambiéntales donde viven los núcleos familiares afectados.

Donde la Ciudad solo posee desarrollados abordajes con tratamientos ambulatorios. Donde el Programa de Adicciones nunca contó con presupuesto propio. Y que del Presupuesto presentado a la Legislatura para el ejercicio 2007, se desprende que del “Comparativo Apertura de Programas 2006-2007” para la Dirección General de Salud Mental (del cual depende el Programa de Adicciones) tiene una reducción presupuestaria del 26.4% (pasando de 1.872.343 del 2006 a 1.376.600 del 2007). Lo cual se ve dificultado que el Programa de Adicciones se permita incrementar su desarrollo, especialmente en lo referido a recursos humanos, coco así también la capacitación de efectores de salud que funcionen como guardias de prevención y asistencia en los hospitales. Como así también la imposibilidad de la creación de “Centros de Referencia”, de localización barrial; tal como lo manifestara la Coordinadora del Programa.

Hoy en día, los hospitales polivalentes de la ciudad funcionan como receptores de situaciones de crisis, con la mera función de desintoxicación o al menos, estabilización del paciente. Pero sin funcionar “Unidades de Crisis” especializadas para la temática de adicciones, que implica una dotación multidisciplinaria de profesionales, como así también camas disponibles para el Servicio específico. Unidad que debiera seguir la evolución del paciente en un marco mucho más amplio que incluya la familia, la escuela; en definitiva, su contexto socio-cultural.

Hoy los hospitales polivalentes de la Ciudad no están en condiciones ni dispuestos a ser receptores de internaciones por adicciones. Lo que determina que una vez superado el pico de crisis, y por lo ya visto, si no es por la vía Judicial, difícilmente el Estado llegue a este paciente-adicto con algún tipo de atención. Devolviéndolo a su hábitat natural, exponiéndolo nuevamente a los mismos mecanismos que lo llevaron a su adicción.

Esta claro, entonces, que cualquier abordaje a la problemática de adicciones debiera ser de forma multidisciplinaria, y desde Políticas Públicas multijuridiccionales.

Esto es lo que pretende llevar adelante el GCABA con el lanzamiento del Plan de Atención Integral sobre el Consumo y Dependencia de la Pasta Base de Cocaína (P.B.C.) que presentara en el mes de Enero-2007 y que remitiera a la Legislatura CABA.

Pero si se evalúan las normativas vigentes en la Ciudad con anterioridad a este Plan Integral, de las mismas se desprende que la Ciudad ya contaba con los instrumentos necesarios para delinear e implementar las Políticas Públicas conducentes y con el criterio integral correspondiente; tal como lo propugna el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la CABA. Por lo cual la presentación de dicho Plan Integral corresponde a una demanda más bien mediática y electoralista.

La Ciudad cuenta desde el año 1990 (por DECRETO Nº 1757 M.C.B.A.- Año 1990) con la creación de la “Red Metropolitana de Servicios en Adicciones”, pero que fue puesta en funciones y sin presupuesto propio, recién en 1996. Y que tiene por función:

ü Integre acciones y amplíe la cobertura de esta problemática.

ü Dar una respuesta integral a dicho fenómeno en lo concerniente a lo preventivo, asistencial y resocializador.

ü Implementar actividades de capacitación y formación de los trabajadores del área y de la comunidad y un eficiente sistema de información.

ü Monitorear el impacto y resultado en términos de salud del programa.

De lo cual se podría desprender que con un funcionamiento pleno de dicha Red pudiéramos dar respuesta a preguntas como:

1. Qué acciones se llevaron a cabo para la difusión de la existencia de la R.M.S.A en la C.A.B.A. ?

2. Si existen registros estadísticos y datos epidemiológicos, de ser así, detalles los mismos.

3. Si existen instancias para internar a drogodependientes cuya sintomatología así lo requiera.

4. Cuál es la oferta de servicios dentro y fuera del hospital en lo concerniente a prevención, asistencia y reinserción social y con qué subsectores y sectores han articulado las acciones?

5. Con qué dispositivos cuenta la R.M.S.A. (centro de día, servicios de internación específica, casa de medio camino, hospitales de noche)?

6. Cuáles han sido las actividades de capacitación que se han realizado a los integrantes de la Red?

7. Si se ha implementado el protocolo o ficha clínica epidemiológica, para la obtención de una base de datos informatizado y confección estadística.

8. Cuál es el presupuesto asignado para el funcionamiento de R.M.S.A. y cuál el asignado a recursos humanos?

9. Cuánto personal conforman la Red?

Posteriormente la CABA (por DECRETO Nº 1403 - Año 1999) crea la “Comisión Coordinadora sobre Adicciones”, que entre sus características están las de:

ü Proponer la elaboración e implementación de políticas, coordinar y organizar recursos, definir modelos y formas de participación, articular dinámicamente todas las áreas del Gobierno de la Ciudad y de éstos con otros sectores involucrados en el tema.

ü Informar periódicamente al Jefe de Gobierno y a su Gabinete.

ü Integrado por un representante del Ministerio de Salud, del Ministerio de Educación, del Ministerio de Promoción Social, del Ministerio de Cultura y por el Director de Salud Mental (actuando como Coordinador).

De su funcionamiento pleno, también en este caso podríamos responder cuestiones como:

1. Qué organismos componen dicha Comisión en la actualidad?

2. Quiénes son los integrantes?

3. Qué acciones se ejecutaron desde su creación? En caso afirmativo cual es su Plan de acción.

4. Cuales fueron los informes elevados al Jefe de gobierno?

5. Qué programas de prevención de las adicciones están en ejecución, a cuántas personas alcanzó?

6. Qué propuestas se han realizado en cuánto a la elaboración de políticas?

Desde el año 2004, la Legislatura dispuso (por LEY Nº 1580) implementar la “Campaña publicitaria permanente contra el alcoholismo, tabaquismo y drogadicción”, con la intención de que:

ü Alumnos de 4º; 5º , 6º y 3º año de bachiller de adultos participen del concurso bienal de la campaña PERMANENTE contra el alcoholismo, tabaquismo y adicciones.

ü Con comienzo en el 2005, cada dos años , se abrirá una instancia del concurso en la fecha oficial de inicio del ciclo lectivo.

ü Cada afiche abarcará los tres tipos de adicciones expresándose contra ellos.

ü Apelar al impacto emocional o racional con énfasis en las consecuencias de la adicción, con slogan.

De su cumplimiento se desprende que podríamos conocer:

1. Cantidad alumnos que participaron en los concursos.

2. Propuestas de divulgación implementadas finalmente.

3. Alcance de la difusión de la Campaña

4. Medios y recursos asignados

5. Criterios priorizados en el discurso

Por último, y del propio año 2006 el GCABA (por DECRETO 454/ G.C.B.A. - 08/05/2006) crea la “Unidad de Proyectos Especiales de prevención y asistencia integral frente a las adicciones U.P.E. Ministerio de Salud y Derechos Humanos” donde:

ü La Unidad de proyectos especiales tiene como responsabilidad primaria la coordinación de acciones enmarcados en la política de prevención y asistencia integral de las adicciones.

De la cual se podría conocer:

1. Cuáles son las actividades que desarrollará la U.P.E de prevención y asistencia a las adicciones dependiente del Ministerio de Salud?

2. En caso de no haber actividad a la fecha , qué motivos llevaron a lo no implementación de dicha Unidad.

En lo que respecta al Plan Integral presentado recientemente y que se lanzará coordinadamente con Salud, DDHH y Educación. Consiste en un plan de PREVENCIÓN, que está básicamente en manos del Ministerio de DDHH y Educación y pretende ser un plan de ATAQUE a las situaciones puntuales que corresponde a Salud:

ü El M. de Salud tiene que poner en marcha dispositivos en Salud Mental, que son las guardias especiales y camas .

ü El M.de DDHH y Educación: Generar dispositivos que tienen que ver con la capacitación a los padres, en los clubes, en las escuelas, se dará una hora semanal de charla a los padres sobre esta temática, también a los chicos.

ü Dar capacitación , prevención y contención en todos los dispositivos de desarrollo social.

ü Desarrollo Social y DDHH va a tener dispositivos propios especiales para esta tarea previa a la internación.

ü Extensión del horario de la CESAC en los villas , tienen que estar abierto la mayor cantidad de horas posibles.

ü Se lo está involucrando en este Plan al Ministro del Interior porque en las villas no es sólo problema de consumo, sino de prevención , en las villas hay cocinas y esto es lo que ha generado la mayor distribución y consumo del paco.

ü Se necesita tener una política con respecto al ingreso del narcotráfico en las villas.

ü Las políticas de prevención, educación y salud deben estar acompañadas por un apolítica del Gobierno Nacional para ayudar a desentrañar Nudos y esos lugares en donde el Estado se ausentó y cada vez menos se puede ingresar.

ü El tema del paco nació en las villas, pero se extiende a otros barrios del sur.

ü En los niños de la calle, la problemática no es el paco, sino el consumo de otras cosas.

ü Capacitación Prevención= Educación y DDHH.

ü Prevención Contención= Desarrollo Social.

ü Contención= Salud (Cuando se produce la crisis y tiene que ser atendido).

ü Están abriendo un local en cada villa, un C.G.P. en cada uno de las villas, donde las familias se puedan acercar ya sea por ciudadanía porteña o por el programa que fuere.

Al cual le formularía las siguientes preguntas:

1. Qué recursos se destinan en la atención del adicto, cuántas plazas de internación hay en la ciudad y cuántas existen por acuerdos con otras jurisdicciones?

2. Cuáles son las estadísticas con qué se cuentan discriminado por tipo de sustancia consumida, edad del consumidor, sexo, nivel de escolarización, barrio, etc?

3. Qué cantidad de pacientes atienden por día los distintos servicios de toxicología de los Hospitales de la Ciudad?

4. Existen acuerdos firmados con el Ministerio de Salud de la Pcia. de Buenos Aires para contar con internaciones en los Hospitales monovalentes de esa jurisdicción?

5. Se han implementado acciones en relación a la proliferación de la droga conocida como PACO.

6. Indicar número estimado de adictos a esta droga, distinguiendo al menos según la edad, sexo, nivel sociocultural, situación económica.

7. Informar de manera detallada cuáles son los perjuicios para la salud física y psíquica producidos por el consumo del paco. Indicar grado de dificultad en la recuperación de adictos a esta droga y tipo de tratamiento recomendado.

Queda claro que tanto las funciones expectativas puestas en dicho Plan Integral como las preguntas posibles a formularle, son plausiblemente cubiertas con los instrumentos vigentes con anterioridad a dicho Plan Integral.

Que en definitiva la demora o ausencia de Programas pertinentes en lo atinente a adicciones en general, y al PACO en particular, ha estado dado por definiciones eminentemente políticas a la hora de priorizar e implementar tal o cual Política Pública.

En definitiva, el Plan Integral presentado últimamente sirve como forma de apuntalar la lucha en el aspecto preventivo y asistencial de las adicciones, pero con centralidad en el PACO. Pero que tranquilamente la Ciudad hubiera podido, y que debiera haberlo hecho desde hace tiempo, avanzar en el abordaje diferencial para cada tipo de adicciones. Por lo que, evidentemente, no es contradictorio con los instrumentes vigentes, sino más bien más de lo mismo; de lo que la Ciudad tiene pendiente desde varios años en implementar.

La cuestión, entonces, pasa por la voluntad y la capacidad de gestionar.

Algunos párrafos aparte debiera ocuparnos observaciones referidas a la producción y distribución del PACO.

Al Informe ARI-Carrió sobre el “PACO – La punta del Iceberg” poco hay para agregarle, a no ser de algunas afirmaciones que allí se vierten y que por nuestra experiencia e indagación es menester ponerlas en debate, sin pretender con esto refutar ni contradecir lo allí descriptas.

En ese sentido, funcionarios del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires, abocados a la problemática a partir de la adhesión de la Pcia. a la Desfederalización de la Ley 23.737, ponen en debate la existencia de “cocinas”, en detrimento de un procedimiento de “estire” de la droga (y con productos de muy mala calidad) surgida como parte de pago del incremento de la venta al menudeo de la Cocaína, sí verificada por ellos dentro de su territorio. Aspecto que concuerda con lo afirmado por el Juez Federal Montenegro, el cual afirma un crecimiento exponencial de esta modalidad de venta.

Ambas consideraciones se dieron en el marco de las reuniones del Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la CABA antes mencionado.

Continuando con esos argumentos, estos se suman a la data que surge de la calle donde una dosis de calidad del 90% cuesta +/- $80.- y una de calidad del 15 o 20% cuesta entre $15 y $20.- Mientras que una dosis de PACO ronda los $1.5.-

Mientras que Cocaína de alta calidad es colocable en USA o Europa por unos u$s 10/80 mil, o en Australia o Japón por unos u$s 100 a 150 mil.

Sumado a esto, hay que considerar que la devaluación puso a la cocaína en precios difíciles de alcanzar por algunos sectores de la población, lo que fue llevando a una degradación de la calidad del producto para hacerlo más accesible al consumidor argentino. La recuperación de los últimos años expandió la venta al menudeo, que es pagada con parte de la propia mercancía. La cual es vuelta a estirar o vuelta a procesar con productos que permiten su mejor o mayor estiramiento. De lo cual podría proceder lo conocido como PACO. Pero que no necesariamente es exclusivamente el residuo de la transformación de la Pasta Base en Cocaína. (o en otras palabras, de pasar de Sulfato de Cocaína a Clorhidrato de Cocaína).

Algunos ponen en consideración que los valores antes mencionados, implica tener en circulación (transportando desde Bolivia o Colombia mayores cantidades de volúmenes de Pasta Base para ser transformada en Cocaína en territorio Argentino. Donde los grandes procedimientos de los últimos años ha arrojado como resultado el decomiso SOLO de Cocaína (o sea Clorhidrato) en vez de Pasta base (o Sulfato), a pesar que estos volúmenes serían tres veces más grandes. Teniendo en cuenta que se necesitan 3 kg. de sulfato para conseguir 1kg. de Clorhidrato más 1,5 Kg. de PACO o residuo de Pasta Base.

Pero también es cierto que los elementos o ingredientes para las diferentes transformaciones son de fácil accesibilidad en la Argentina.

Si bien Argentina cuenta con diversas y pormenorizados registros y normativas a la hora de la producción, distribución y comercialización de Precursores Químicos, las fuentes consultadas (mayoristas y Cámara Empresaria del Sector) afirman que la inexistencia de controles reales hace posible que con las cantidades consideradas dentro de los valores normales de venteo o pérdida (ya que mayoritariamente los precursores químicos que se utilizan en el proceso de la cocaína se manejan a granel) alcanzarían largamente para abastecer a los procesadores de la droga.

En definitiva, la existencia o no de cocinas, pero la real existencia de la problemática del PACO se da hasta ahora dentro de los asentamientos precarios o Villas. Pero con una, también real y paulatina, extensión a diversos sectores del resto de la población.

Pero el hecho de que hoy su centro este dado en la Villas, hace que se dificulte el abordaje punitivo y hasta preventivo.

Hoy, el grueso de la Policía Federal NO INGRESA a las Villas. Observación también aportada por el Juez Federal Montenegro. Lo que transforma la problemática de cómo enfrentar la cuestión punitiva del PACO (producción y comercialización) en una cuestión de definición del grado Autonomía que tenga la Ciudad. Ya que la inexistencia de una Fuerza de Seguridad propia de la CABA, hace que la propia Ciudad no pueda darse una clara y completa Política de Seguridad y de Prevención del Delito para su Distrito.

Esto se engarza con la discusión de la recomendación de adherir a la Desfederalización de la Ley 23.737 que se viene dando en el marco del Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la CABA, tal como se señalara con anterioridad.

Hasta ahora, todas las fuentes consultadas y que comparecieron ante dicho Consejo han afirmado que la Desfederalización puede servir si el “sistema de contención” funciona. Esto quiere decir si la Ciudad está en condiciones de instrumentar dispositivos que permitan afrontar la problemática de las adicciones de forma multidisciplinaria y multijuridiccional.

De lo abordado hasta ahora, queda claro que la CABA dista mucho de estar en condiciones de hacer frente a estoa problemática garantizando dichos criterios.

Lo más probable es que en vez de pasar a reprimir la producción y el tráfico, se termine centrado la atención sobre el consumidor.

Tal como lo manifiestan los funcionarios del Ministerio Público de la Pcia. de Bs. As., como lo manifestara con sus aportaciones el Juez Federal Montenegro. Más lo que surge de los distintos organismos que están abocados a la atención de la población afectada. Donde manifiestan en incontadas oportunidades que dan prioridad a las asistencias que se originan en el sistema Judicial

Por lo que queda de manifiesto que hoy el Estado solo puede afrontar la atención asistencial solo cuando el caso a pasado a manos institucionales. O sea, solo cuando se alcana la “institucionalización” del adicto. Esto está a su vez auspiciado por el propio Sistema Judicial que ve en ese consumidor, no un adicto, sino un posible procesado que permita iniciar el derrotero procesal.

Las estadísticas aportadas por el Fiscal General Dr. Luis Cevasco indican que el 50% de las causas penales corresponden a causas por estupefacientes; pero que la mayoría de ellas son por consumo. Lo que implica que las mismas son archivadas y que pueden originar una derivación por tratamiento. Pero que en definitiva no generar lo contrario del criterio de economía procesal.

El Juez Federal Montenegro manifestó que cada 15 días tiene unas 1000 causas originadas por venta al menudeo que implica en casi la totalidad de los casos la condición de adicto del propio procesado. Pero que solo un 4% acepta acceder a realizar un tratamiento. Y que apenas el 1% de aquellas causas es por causa del PACO. Causas que demandan, cada una de ellas, al menos tres comunicaciones con la Policía y que consisten en Notificación, Constatación de Identidad y Resolución. Al multiplicarse por la cantidad de causas referidas, esto hace una tarea que no redundara en resultado alguno, ya que su destino es el Archivo por su característica.

Por su parte la Desfederalización en Pcia. de Bs. As. Ha producido un crecimiento exponencial de las causas por consumo o tenencia. Ya que de las 4000 causas informadas para el GBA antes de la entrada en vigencia de la misma. En los primeros 8 meses de esta, solo en el Distrito Judicial de Morón llevaban más de 4000 causas. Lo que implicaba que el traspaso de competencia y sin el debido respaldo presupuestario, tal como sucediera en esa Pcia.; en vez de ser un paso adelante, ha sido un retroceso en varios sentidos. Hasta en lo atinente de las competencia según las cantidades de droga involucradas.

Al día del informe de los Fiscales, señalaban que prácticamente ya estaban asumiendo las competencias de lo que debiera asumir los Juzgados Federales al no estar claro en la ley el concepto de “fraccionado”. Por lo cual indicaban que hasta debían asumir competencias en causas donde estaban involucradas cantidades cercanas a los 4 Kg., lejos de poder ser consideradas causas por consumo.

Por tales motivos, además de consideraciones más bien constitucionales, al oponernos a la penalización del consumo; es que nuestra postura en el Consejo sobre la Desfederalización, es contraria a su recomendación al Ejecutivo.

Ya que no consideramos que la CABA este en condiciones de afrontar tal tarea, además de crea solo Unidades Administrativas y/o Judiciales que en definitiva se verán desbordadas por funciones imposibles de asumir en su totalidad.

Por otra parte, como queda demostrado, la población expuesta a este accionar judicial sería precisamente las Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad, que al no poseer esta lugar alguno de alojamiento propicio para estas ocasiones, terminarían hacinándose en Comisarías o en lugares no acondicionados para el alojamiento de de menores de edad, separados de mayores o de otros menores de edad pero detenidos por otras causas. (¿institutos?).

En definitiva, consideramos que la puesta en agenda en las últimas semanas, el debate sobre la Desfederalización, es un falso debate que responde más bien a la necesidad de mostrar acciones concretas por parte del GCBA ante la hola de violencia desatada en la zona sur de la ciudad entre grupos de narcotraficantes y que ha producido la muerte de varios jóvenes.

Pero el debate de la Desfederalización no puede quedar atrapada entre la violencia desatada de los narcos y la necesidad de un Gobierno de mostrarse activo.

La problemática de las adicciones debiera estar reservada a la órbita de las Políticas Asistenciales que el Estado debiera implementar.

La acción de consumo que generan tales adictos no debiera tener que pasar por la judicialización o la institucionalización para que les sea posible acceder aun tratamiento de rehabilitación.

Las acciones delictivas derivadas del narcotráfico debieran ser abordadas con las herramientas e instrumentos que el Estado ya cuenta. Su Justicia Federal y la Policía.

El consumo no debiera ser motivo de llegar al extremos de cambiar el eje de la acción punitiva del Estado.

La cuestión del abordaje del tema droga en la Ciudad, debiera tener dos ejes.

El asistencial, para lo cual ya cuenta con los instrumentos necesarios. Solo falta definir la envergadura de los recursos dispuestos a poner a disposición de estas Políticas.

Y el punitivo. Donde por ahora carece de instrumentos genuinos que la falta de Autonomía le deniega. La imposibilidad de contar con una Policía propia hace que difícilmente la Ciudad se pueda dar una Política seria de Seguridad.

Esto solo será posible afrontar cunado la Ciudad cuente con una Autonomía Plena y la voluntad política de llevar adelante la lucha contra el narcotráfico sin tolerar connivencias policiales ni política.