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Editorial: EDUNLa
Colección: Cuadernos del ISCo
Serie: Año: 2023
ISBN 978-987-8926-34-6
DOI |
Es un gran orgullo y vaya mi agradecimiento a Santiago Bustelo y a la Editorial de la Universidad Nacional de LANUS (UNLa) por la convocatoria a participar en la Introducción de la Nueva Edición ampliada y digital del libro de Eduardo Bustelo - "El recreo de la infancia: argumentos para otro comienzo" (EdUNLa, 2023).
Felicito a SANTIAGO (hijo de Eduardo) su espíritu y generosidad de ofrecer, en esta Edición DIGITAL y GRATUITA, la obra emblemática de su padre y referente de muchxs de nosotrxs; para que quede a disposición de docentes, investigadores, militantes y todxs aquellxs interesadxs y ocupadxs en los "derechos" y la "biopolítica" de la Infancia en todo el mundo.
Eduardo Bustelo Graffigna, maestro y mentor, tuvo la generosidad de regalarnos un legado de esperanza, interpelación y espíritu crítico, pero por sobre todo de sabiduría y precisión en sus observaciones sobre la importancia de la infancia como categoría política y emancipatoria de una sociedad.
En lo personal, debo su amorosa inducción a que privilegiemos los estudios sobre la Primera Infancia, como pilar fundamental para el desarrollo y efectiva incidencia en las políticas y agendas públicas sobre la infancia. Insistiéndonos en la necesidad de la “inversión” de la “pirámide de inversión educativa”. Donde, basándose en la curva del desarrollo infantil, nos indica que en la Primera Infancia (0-8 años, según la Observación General Nº 7/2005 “Realización de los derechos del niño en la primera infancia”, del Comite de Derechos del Niño-ONU) encontramos el gran salto madurativo-cognitivo del sujeto, el que debiera estar acompañado por políticas públicas privilegiadas con el mayor financiamiento público, sobre todo en el sistema educativo. Y hoy también debemos incluir a los sistemas de cuidado, ya que “cuidar y educar” son dos caras de una misma moneda, son conceptos que ya deben estar implícitos en toda estrategia de AEPI (Atención y Educación en la Primera Infancia) tal como lo define hoy la UNESCO. Que encuentre a los adultos abocados a la docencia/cuidados mejor pagos, a las infraestructuras más avanzadas de los espacios (formales o no formales) para la Primera Infancia, que alojen ámbitos simbolizados y enriquecidos con los recursos (libros, elementos lúdicos, materiales, etc.) y herramientas (diseños curriculares actualizados, formación continua situada, etc.) adecuados.
Eduardo privilegiaba la mirada de una infancia como campo de disputa política, en donde se ponen en tensión las diferentes miradas del mundo adulto y donde se dirimen intereses políticos, culturales, económicos y de construcción de sentido. Una mirada política de la infancia no ingenua, ni condescendiente, y menos aún subestimada. Un campo de disputa donde se desdeña la filantropía y la caridad y se reivindique el valor y potencia de los derechos que debe garantizar la política y el Estado (o sea la sociedad en su conjunto) para todas las niñas, niños y adolescentes.
Donde la infancia es una “diacronía”, es una cuestión que implica un corte, una discontinuidad radical con el orden establecido. Por eso Bustelo considera a la infancia como una categoría “emancipatoria”, porque concibe a la infancia como una solicitud de libertad, dado que el niño/niña al no haber entrado al lenguaje, al no saber hablar, no entró a la sintaxis del mundo, a ese mundo que lo va a tratar de oprimir y disciplinar.
Por eso quiero aquí, para finalizar, rescatar aquello que afirmaba Eduardo que “para cambiar al mundo hay que infantilizar el mundo”, porque “infantilizarnos” es retornar al propio principio constitutivo de nuestra libertad.
Jose E. Machain
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